DO Empordà

El año 1975 se otorgó la Denominación de Origen Empordà, también denominada inicialmente "Empurdà-Costa Brava". A pesar de que el inicio de la DO se podría relacionar con el mundo griego o incluso el romano, la mayoría coincide que fue la influencia de los monjes del Monasterio de Sant Pere de Roda con sus técnicas y cultivo de la viña. Aun así, la documentación más reciente hace referencia en el siglo XV donde los monjes carmelitas construyeron las bodegas del convento, con el compromiso de elaborar el vino para el Condado de Peralada.

La DO Empordà, situada al extremo nororiental de Catalunya comprende mayoritariamente terrenos de las comarcas del Alt y Baix Empordà, con un total de 55 municipios distribuidos entre las dos y formada por 1.770 hectáreas de viña. Presenta un paisaje de contrastes con mar y montaña con un clima de influencia mediterránea. Por lo que respecta a la temperatura y la insolación, la zona ampurdanesa se sitúa en la región III de la clasificación Winkler y Amerine, hecho que la hace idónea para el cultivo de variedades de ciclo mediano y largo y extraordinaria para la elaboración de vinos dulces naturales. Un rasgo característico es la presencia del viento del norte, la tramuntana, que beneficia que la viña no tenga parásitos. A pesar de que la DO Empordà expone una heterogeneidad de terrenos y de texturas, la mayoritaria es arenosa y pobre en materia orgánica, características idóneas por la producción de vinos de elevada calidad. Hay que distinguir las zonas de la llanura empurdanesa, donde predominan los suelos de naturaleza aluvial, y las zonas de montaña donde encontramos suelos de pizarra y graníticos.

En cuanto a las variedades negras predomina la Cariñena o el Samsó y la Garnacha negra denomina Almez en la zona. Estas variedades se complementan con el resto que son principalmente el Tempranillo, el Cabernet Sauvignon, el Merlot y el Syrah. Y las variedades viníferas blancas dominantes son la Garnacha blanca y roja, el Macabeo y en menos proporción el Moscatel, el Xarel·lo y de nueva implantación el Chardonnay, el Sauvignon blanco y el Gewurztraminer. Como característico de la zona se tendría que añadir el cultivo del Monestrell o la Monestrella, una variedad de cepa de color negro intenso y de gusto fuerte originaria de Burdeos pero cultivada históricamente en la DO Empordà. El vino producido con esta variedad da lugar vinos aromáticos de gusto que recuerdan a las pasas.

Esta región te propone unos vinos genuinos y singulares apostando por las variedades tradicionales que crean unos vinos marcados por la tramuntana que se les llega. Un lugar perfecto para conocer sus paisajes y deleitarte con sus vinos.