DOQ Priorat

El Priorat es la única región catalana con el certificado de Denominación de Origen Calificada (DOQ), otorgado en 2000, como zona de producción de máxima calidad de acuerdo con los procesos y sistemas de producción establecidos en el área vitivinícola.

La DOQ Priorat estableció sus cimientos con la llegada de los monjes cartujos franceses de Escala Dei, a mediados del siglo XII. Ellos fueron los que introdujeron el arte de la viticultura en esta zona y aferraron las variedades que hoy en día son propias de la región: la garnacha y la cariñena. Pero no fue hasta finales de los años 80, gracias a la inquietud de 5 jóvenes agrícolas, que se rentabilizó la viña de esta región tan dificultosa de cultivo con un terreno abrupto y pedregoso. René Barbier, José Luís Pérez, Carles Pastrana, Álvaro Palacios y más tarde Daphne Glorian, fueron los responsables de recuperar viñas centenarias de garnacha y plantar nuevas viñas de cabernet sauvignon, merlot y syrah en costeros y terrazas.

La DOQ Priorat dispone de una superficie de 17.629 hectáreas, de las cuales 1.930 se han ocupado de viña. Podríamos decir que la DO Priorat es la yema del huevo del cultivo vitivinícola al quedar abrazada por la DO Montsant, limitando su expansión territorial. La orografía es muy accidentada, lo que provoca que el cultivo de la viña sea complicado, exigente y costoso. La característica principal de este territorio es el suelo de pizarra que aporta mineralidad en los vinos. La geografía es abrupta con pendientes pronunciadas que dificultan su cultivo. La viña se planta en parcelas llamadas terrazas o costeros que se adaptan en el territorio. Las condiciones climáticas de la zona tienen una oscilación térmica que puede llegar a ser de veinte grados. Esto, junto con la pluviosidad escasa, provoca un rendimiento de producción de uva baja pero con una personalidad y un sabor muy singular y especial, que conforman el vino del Priorat. Las variedades más cultivadas y estrellas del territorio son la garnacha y la cariñena como variedades autóctonas. Pero también se cultiva: Tempranillo, Picapoll negro, Cabernet Sauvignon, Franco, Pinot noir, Merlot, Syrah, Moscatel de grano pequeño y de Alejandría. Pansal, Picapoll blanco, Viognier, Pedro Ximénez y Chenin.

El Priorat cuenta con uno gran conjunto de bodegas que, indiferentemente de su tamaño, están preparadas para recibir visitantes y compartir aquello que más les gusta, la pasión y la tradición por el vino. Consulta los horarios de atención al público de cada bodega y disfruta de una visita de enoturismo donde podrás descubrir y probar unos vinos que no te dejarán indiferente.