DO Terra Alta

La DO Terra Alta recibió el reconocimiento de denominación de origen en 1982, pero no fue hasta el 2005 cuando logró la plena capacidad jurídica y de obra para el desarrollo de sus funciones. La tradición vitivinícola en la Terra Alta es casi milenaria. Los Costums d’Orta en 1296 y de Miravet el 1319 ya regulaban la venta del vino de la comarca, pero no fue hasta finales del siglo XIX que se generalizó el cultivo de la viña. Hoy once de los doce municipios de la denominación disponen de una bodega cooperativa que destaca por su valor arquitectónico modernista.

La denominación de origen Terra Alta se situa en el sur de Catalunya, entre el río Ebro y las tierras del Matarraña (Aragón), y comprende 12 terrenos municipales: Arnes, Batea, Bot, Caseres, Corbera del Ebro, la Fatarella, Gandesa, Huerta, El Pinell de Brai, la Pobla de Massaluca, Prat de Comte y Vilalba dels Arcs. En la actualidad se encuentran inscritas en la DO Terra Alta 5.500 hectáreas de viña que trabajan más de 1.600 viticultores en 45 bodegas diferentes. La pendiente y la profundidad son los factores más determinantes en la diversidad de suelos vitícolas de la DOTA. El grado de pendiente, delimita tres tipos de emplazamientos de cultivo: los “costers” o terrazas, característicos de la zona (con pendientes iguales o superiores al 10%) donde el cultivo es costoso y de difícil acceso, las llanuras (con pendientes inferiores al 10%) y los bancales (con muy poco o nula pendiente). El clima es de tipo mediterráneo seco con influencia continental. Destaca el papel de los vientos dominantes de la región que proporcionan unas óptimas condiciones para el desarrollo y producción de una uva con gran concentración y calidad. El suelo mayoritariamente es calcáreo con un buen drenaje y pobre en materia orgánica.

En esta denominación predominan las variedades tradicionales: la Garnacha Blanca, la Garnacha negra y la Garnacha Peluda dónde junto con el Macabeo, la Parellada y el Samsó suman las tres cuartas partes de la superficie de la viña. Las otras variedades que encontramos en la DOTA son variedades internacionales como la Cabernet Sauvignon, el Merlot, el Syrah, el Chardonnay y el Sauvignon Blanco. Aún así, hay que destacar la existencia de la variedad localmente llamada Morenillo que se encuentra en proceso de reconocimiento y clasificación.  Pero queda en evidencia que la variedad protagonista de la DO es la Garnacha. Esta denominación es la única que otorga dos etiquetas, una garantiza que el vino cumple con los requisitos propios de la DO y la otra nos especifica que aquel vino ha sido elaborado 100x100 con la variedad de Garnacha blanca.

Disfruta de actividades de enoturismo en esta zona visitando las bodegas y las rutas enogastronómicas que te brinda esta denominación. Prueba sus vinos y piérdete por sus viñas donde verás la pasión y respeto hacia el vino.