Avintura't Enoturisme

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Diferencias entre el Cava y el Champagne

28 de junio de 2021

Es muy común que mucha gente se pregunte acerca de la diferencia entre cava y champagne. Asimismo, también es habitual tener dudas sobre si en verdad el champagne es mejor que el cava, o viceversa. Es por eso que, en el artículo de hoy te vamos a contar las principales características de cada uno, y las diferencias que les distinguen. Antes de todo por eso, debemos recordarte que si eres un apasionado del enoturismo, te aconsejamos que le des un vistazo a los otros artículos donde te hablamos de los mejores cavas catalanes, y los mejores vinos catalanes que puedes encontrar en cada zona. Y es que cada uno tiene sus características particulares, y eso es debido a las diferentes zonas en las que crecen las uvas: lo que a todas ellas las engloba, es que son denominaciones de origen Cataluña.

¿En qué se diferencian el champagne y el cava?

-       ORÍGENES

El cava y el champagne no proceden de los mismos sitios, ya que por mucho que se puedan llegar a parecer, sus elaboraciones se encuentran en distintos lugares.

Por un lado, el champagne es elaborado en Francia. Para concretar más, nos ubicamos en la región de la Champaña, situada al norte de París. Proviene de una zona muy concreta con Denominación de Origen, por lo que solo los que se producen allí se les puede calificar como champagne.

Por otro lado, encontramos que el cava se origina en un país vecino, España. En este no se centra en una sola región como el champagne, ya que se encuentra por todo el territorio. También obtiene su propia denominación de origen, esta se estableció en el año 1986. De esta manera, se constituyó la Región del Cava, compuesta principalmente por Cataluña, y también por Valencia, Aragón, La Rioja y Extremadura.

-       TIPOS DE UVAS

Como bien explicamos más abajo, el cava y el champagne se diferencian por los tipos de uva que se utilizan. Gracias a esto, obtenemos los distintos sabores que caracterizan tanto a estos dos productos. Al igual que pasa con el vino, dependiendo de la uva, su piel y características, tenemos como resultado final la peculiaridad de los dos espumosos.

En cuanto a las variedades, vemos que el cava se compone principalmente de Parellada, Xarel·lo y Macabeo.

Referente a las variedades con las que se elabora el champagne cabe resaltar la Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay.

-       CLIMATOLOGÍA

El cava español se cultiva en un clima mediterráneo que el champagne no dispone. Esta situación favorece la maduración de las uvas, dando lugar a productos con una acidez que en ningún momento cubre su sabor afrutado.

En cambio, el champagne francés se encuentra en una zona típica de lluvias y muy fría. Asimismo, las primaveras se presentan bastante tardías junto a veranos muy cortos y otoños gélidos. Por este motivo, las uvas disponen de poco tiempo para madurar y es así como se dan esos vinos tan ácidos.

En definitiva, todo esto hace que el cava se caracterice por ser más afrutado que el champagne, ya que este último se destaca por su acidez.

¿En qué se parecen el cava y el champagne?

En primer lugar, tanto el cava como el champagne se caracterizan por ser vinos espumosos. Este gas carbónico natural, en otras palabras, se ha conseguido de forma natural a partir de una segunda fermentación.

En segundo lugar, los dos productos se elaboran gracias a tres uvas distintas.

En tercer lugar, coinciden con el resto de vinos en el primer periodo de fermentación. Por lo que hace al segundo periodo, vemos que se distinguen de los demás gracias a la utilización del método champenoise. A este segundo periodo también podemos encontrar que le llaman método tradicional, ya que consiste en utilizar nuevas levaduras. Estas, se caracterizan porque durante el momento de la elaboración y la crianza las encontramos en la misma botella en la que se hace el tiraje.

MÉTODO CHAMPENOISE O TRADICIONAL

Como bien ya sabemos, el método champenoise es el utilizado para elaborar tanto el cava como el champagne. Este tradicional proceso de elaboración se hace a partir de un seguimiento que se divide en cuatro fases.

PRIMERA FASE

A partir de las uvas que utilizaremos para la elaboración del cava y el champagne vamos a obtener el vino base.

SEGUNDA FASE

Para esta fase será muy necesario tener a mano el licor de tiraje, ya que deberemos mezclarlo con el vino base. De este modo, procederemos a realizar la segunda fermentación a partir de juntar el vino con azúcar y las levaduras en un recipiente de cristal, en este caso, una botella que se ajuste al producto. Esto es muy importante, dado que dentro de esta se produce una atmósfera de presión que provoca la fermentación del vino y el gas, todo gracias al paso del tiempo.

TERCERA FASE

En esta fase, nos encontramos en el periodo de la fermentación. Este, requiere de bastante tiempo, nueve meses en concreto. Durante esta fermentación vamos a presenciar cómo se produce más alcohol y gas carbónico gracias a que las levaduras ingieren el azúcar. Es en este preciso momento en el que las burbujas, esas tan famosas y especiales, se quedan dentro de la botella nadando por el líquido.

CUARTA FASE

Una vez llegado a este punto, presenciamos como tenemos boca abajo las botellas. Cuando estas se han congeladas (se pueden usar diferentes métodos) se abren para dejar paso a las borras, siendo así expulsadas muy fácilmente.

En este momento nos encontramos con que el producto está limpio. Por este motivo, nos dispondremos a añadir el licor de expedición a los champagnes y los cavas dulces. Cada uno con sus debidas proporciones de azúcar.

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